Los rodamientos rígidos de bolas son componentes mecánicos de gran utilidad y versatilidad que se emplean en una amplia variedad de aplicaciones. Su estructura básica consta de tres partes fundamentales: un anillo interno, un anillo externo y una jaula que aloja bolas de precisión en su interior.

Estos rodamientos se destacan por su simplicidad estructural, lo que los hace especialmente atractivos, ya que no requieren desmontaje y demandan un mantenimiento mínimo. Su robustez los convierte en elementos resistentes y, por ende, idóneos para operaciones a alta velocidad.

Adicionalmente a su capacidad para soportar cargas radiales, los rodamientos rígidos de bolas pueden también resistir cargas axiales en ambas direcciones. Esta versatilidad y capacidad de carga los posicionan como una elección popular y confiable en una amplia variedad de aplicaciones industriales.