Manómetro
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Los manómetros, esos dispositivos ingeniosos y esenciales en la medición de la presión en fluidos, ya sean líquidos o gases, desempeñan un papel crítico en sistemas de circuitos cerrados. Su función principal consiste en calcular la diferencia entre la fuerza real ejercida por el fluido y la presión atmosférica circundante. A esta diferencia se le conoce como “fuerza manométrica”. Por lo tanto, estos instrumentos a veces se denominan “Manómetros de Fuerza”, ya que es precisamente lo que miden.
El concepto clave aquí radica en la comparación entre la presión atmosférica exterior, es decir, la presión de la atmósfera circundante, y la presión dentro del circuito por donde fluye el fluido en cuestión. Es esta relación la que le confiere a los manómetros su capacidad de medir la presión relativa, es decir, la presión en relación con la atmosférica.
La presión manométrica, por tanto, es el valor que representa precisamente esta presión relativa con respecto a la presión atmosférica. Es importante destacar que la presión manométrica se considera positiva cuando las presiones en el sistema están por encima de la presión atmosférica, mientras que se vuelve negativa cuando las presiones caen por debajo de dicho valor de referencia.
Por último, cabe mencionar que la presión absoluta, que es una cifra fundamental en la medición de la presión, se calcula sumando la presión manométrica a la presión atmosférica. Esta adición de valores proporciona una medida integral que tiene en cuenta tanto la fuerza manométrica como la presión ambiente, lo que resulta en una información más completa y precisa en aplicaciones de medición de presión. En resumen, los manómetros son herramientas esenciales para comprender y evaluar la presión en diversos contextos, brindando una comprensión detallada de cómo se relaciona la presión interna de un sistema con la atmósfera que lo rodea.
